Año Jubilar de la Misericordia

29 de agosto de 2014

Recursos catequéticos para el Domingo XXII del Tiempo Ordinario

Amigos, venimos de la vida, de nuestras tareas cotidianas y de nuestros problemas reales y concretos de convivencia.

Traemos nuestra experiencia, con harta frecuencia, tan alejada de los que el Señor quiere y del desarrollo del plan de salvación que Dios ha previsto para los hombres y para el momento histórico que nosotros vivimos.

Hoy el Señor, a través, de su Palabra, nos va a poner de manifiesto su estilo de presencia y señorío del mundo: el del Siervo de Yahvé, capaz de cargar sobre sus espaldas el pecado del hombre para transformarlo y plantar las semillas de la esperanza. Ningún discípulo puede ser mayor que su Maestro. Por eso, resonará la llamada de Jesucristo a sus discípulos, a la Iglesia y a cada uno de nosotros, para que le sigamos, cargando con la cruz.